Dorheny García, como senadora haría lo mismo que como diputada y como funcionaria pública, es decir nada. La 4T y su generación sin talento

En alguna ocasión describíamos a Dorheny García como una persona insustancial, sin talento. Entonces era diputada federal de Morena en la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados. En esa ocasión hicimos un recuento breve de sus participaciones en la tribuna de la Cámara de Diputados; no asombró que su participación haya sido nula. La única razón por la que Dorheny García estaba en su curul es porque tenía dedos en las manos y sabía levantarlos cuando su jefe de bancada se lo indicaba. Pero en su distrito, Xalapa, el único beneficio que recordamos de ella fue un lavabo portátil que colocó en el Parque Juárez. Esa fue su solución para combatir el covid-19; así de limítrofe la muchacha.

Dorheny García quiso ser candidata a la alcaldía de Xalapa, pero las encuestas marcaban que hasta la “reina del nepotismo”, Rosalinda Galindo, era más conocida que ella. Pero se puso a trabajar en la campaña de Ricardo Ahued a la alcaldía de Xalapa. Llegó muy “sácale punta”, queriendo ser la coordinadora de campaña. Todos los colaboradores de Ahued le dieron el avionazo, por lo que la joven sin talento se tuvo que conformar con el papel de “convidada de piedra”.

Como en el ayuntamiento de Xalapa no iba a conseguir nada, Cuitláhuac García la rescató y la mandó a la Secretaría del Trabajo, donde su labor tampoco ha sido relevante. Pues esta muchacha sin talento, tan insustancial como la coliflor hervida, es la apuesta de Cuitláhuac García para el Senado de la República. Al parecer la muchacha todavía tiene dedos y sabe levantar la mano.