Cuando sancionaron a los jugadores, Alexis Vega y Christian Calderón, se comentó que en las Chivas habría mano dura y que ya no iban a permitir rebeldías. Sin embargo, pasadas las semanas los atletas volvieron a jugar con el rebaño. Pero no porque los necesiten, sino porque los jefes exigen al técnico, Veljko Paunovic, que los aliste.
De acuerdo con algunos medios, el director deportivo, Fernando Hierro y el dueño del club, Amaury Vergara, le ordenaron al serbio poner a los “borrachos” dentro del campo de juego, ya que el siguiente mercado de pases los desean vender a un buen precio. La decisión no le parece al serbio y por eso se encuentra analizando su continuidad en el Guadalajara.
El entrenador internacional no quiere poner a jugar a Vega y Chicote. Siente que sus acciones no deben ser permitidas, por qué sus conductas podrían pudrir a los demás atletas. La relación técnico directiva se empieza a deteriorar y en caso de seguir así su “pastor” mejor pensaría en irse a dirigir a otra nación.
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