El presidente López Obrador le ha faltado constantemente el respeto a las instituciones. El Poder Legislativo está sometido a sus caprichos, a su albedrio. No así el Poder Judicial que se ha resistido, sin embargo, esa resistencia le ha valido insultos, ataques, infamias por parte del Ejecutivo. Un insulto más es la propuesta que López Obrador hizo para ocupar el cargo vacante en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tres morenistas han sido propuestas por López Obrador, tres morenistas del ala dura: María Estela Ríos, Bertha Alcalde y Lenia Batres.
La primera es su asesora jurídica, la segunda es hermana de la secretaria de Gobernación y la tercera es hermana de Martí Batres, actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Hay bastante descaro en esta propuesta, pues el presidente lo que busca es tener a otra Loretta Ortiz o Yasmín Esquivel en la SCJN. Necesita a alguien que no ponga reparos a sus caprichos, alguien que se someta a su voluntad.
Eso se le podría perdonar al presidente si al menos las tres mujeres protestas tuvieran experiencia en el ejercicio judicial. Sólo Estela Ríos ha estado trabajando en un cargo de esa envergadura, sin embargo, las otras dos han sido porristas de la Cuarta Transformación; el cual sería su mayor mérito. Se podría decir que son propuestas de 3 centavos, mujeres que ni siquiera han de estar versadas en materia jurídica.
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