Algunos ya se dieron cuenta de la perversidad del Plan C del presidente López Obrador, este buscará que Morena sea un partido hegemónico como lo fue el PRI en sus mejores épocas de gloria, cuando era considerado una aplanadora todo terreno. Se trata de tener una inmensa concentración de poder, donde el ejecutivo federal, sea la única voz cantante para poder controlar el Legislativo, el Judicial, y por supuesto los gobiernos locales y también los órganos autónomos del Estado, como el INE y el INAI.
Por supuesto que, con semejante concentración de poder, la oposición no tendrá alternativa alguna de presentar competencia a semejante maquinaria. Lo peor de todo, es que el bloque opositor se encuentra fragmentado, a pesar de haber cerrado flas con Xóchitl Gálvez, esa circunstancia abona el terreno para que el lopezobradorismo siga haciendo de las suyas.
Ojalá y que se fortalezcan y logren impulsar un proyecto que sea verdaderamente atractivo para los electores. Solo de esa forma el dichoso Plan C seria detenido. Solo con el poder del voto en contra.
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