Lo cierto es que es un secreto a voces, que al alcalde de la Ciudad de los 30 caballeros no le salen las cuentas del manejo del dinero de los cordobeses y, por lo tanto, quiere buscar el ansiado fuero constitucional, para que no vaya a parar al fresco bote tan pronto deje el cargo.
Por cierto, resulta que cuando le preguntan al señor, porque no ha habido obra pública en Córdova, el sale con el discurso de que gran parte de los recursos del municipio se han ido para apoyar las obras faraónicas del presidente López Obrador. Lo peor de todo, es que, en comparación con el municipio de Orizaba, Córdoba se ha rezagado y se ha llenado de basura y de baches. Eso sin contar de la robadera que están haciendo los cercanos al alcalde.