El Huracán Otis causó grandes estragos en la ciudad de Acapulco, Guerrero y aunque el Gobierno Federal trabaja a marchas forzadas para conseguir víveres, abastecer a toda una comunidad, el desastre le está quedando grande. En pequeñas regiones no hay alimentos desde hace días y por esto varias personas han sobrevivido comiendo puros cocos. Los cortan de las palmas que están tiradas y se los reparten para tener algo sólido en el estómago.
El alimento básico del mexicano promedio es la tortilla, en casi toda la república se encuentra en 20 pesos el kilo, pero en Acapulco se vende en 60 pesos. Esto se debe a que hay pocas tortillerías disponibles, además de la escasa materia prima para su elaboración: maíz, luz y agua.
“Todavía no se restablece la luz, no hay agua, el suministro del gas es poco a poco, no se ha restablecido porque se tiene que volver a comprar harina, maíz, porque a muchos se les mojó y ya no está en buenas condiciones”, comentó el presidente del Consejo Nacional de la Tortilla (CNT), Homero López.
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