El pasado 26 de mayo del presente año la policía de Corea del Sur detuvo a una joven identificada como Jung Yoo-Jung, luego de ser hallada culpable del asesinato de una tutora escolar. La detenida de 23 años contrató los servicios de una tutora autónoma para que le impartiera asesorías escolares. Sin embargo, todo era un plan de parte de Jung para llevar a cabo el crimen. Jung fingió ser estudiante para que la asesora acudiera a su domicilio, ubicado en Busan, al sudoeste del país. Tras acordar la cita la asesora llegó al domicilio de Jung. Al ingresar a la vivienda fue asesinada de varias puñaladas.
El cuerpo de la asesora fue desmembrado y abandonado en distintos lugares de Busan. Con la detención de la responsable han ido revelando algunos datos que convierten la situación en un caso aterrador. Tras los análisis de parte de la Fiscalía del Distrito de Busan indicaron que Jung cometió el crimen para expresar su ira.
Relataron que la asesina intentó sembrar el terror y quiso mandar un mensaje con el objetivo de hacer ver que cualquiera pude ser asesinado sin motivo alguno. El 6 de noviembre los fiscales de Corea del Sur revelaron que la mujer estaba obsesionada con todo tipo de historias de crímenes. Los mismos fiscales presentaron una demanda en contra de Jung Yoo-Jung exigiendo que un juez dicte la pena de muerte.
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