Estaban unos reporteros cerca de donde se encontraba Claudia Sheinbaum, candidata a la presidencia de México por el partido Morena. Escuchaban lo que decía al teléfono. En esa conversación la Sheinbaum declaró que Clara Brugada podría ser “un buen segundo lugar”. ¿Por qué lo dijo? Porque el primer lugar lo quiere para Omar García Harfuch, quien fuera su secretario de Seguridad Ciudadana, pupilo en algún momento de Genaro García Luna.
Después de eso, y ante los grupos de Morena que no quieren a García Harfuch para el gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum ha tenido que salir a declarar: “En el caso de la CDMX, tampoco hay favoritos y favoritas”. Eso dice ahora, para suavizar el audio que se atribuye a Martí Batres, quien dijo: «Hay que seguir creciendo a Clara y no soltar la campaña contra Omar en redes y seguir sacando encuestas que pongan empate y poner todo lo que ha pegado bien en redes».
Por supuesto es la voz, el mensaje y las intenciones de Batres quien se ha inclinado desde un principio por Clara Brugada. Como no va a ser Harfuch el favorito de la Sheinbaum, si hasta le rogó a AMLO que olvidara el pasado de su amigo el policía en los gobiernos panistas y priistas. Omar García Harfuch puede ser cualquier cosa, menos morenista. Eso lo sabe el ala dura de Morena por eso le quieren poner tropiezos para descarrilarlo.
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