Se le vino el mundo encima al presidente cuando comenzó a comprender la magnitud de la tragedia causada por “Otis”. Esta es de enormes dimensiones, afortunadamente no tanto por el número de muertes ahora van 39, en el pasado ha habido un poco más de 100 fallecidos, sin embargo, estas vidas pudieron haberse salvado, si hubieran recibido una advertencia a tiempo. Lo que, si se lamenta, es que la infraestructura hotelera y restaurantera quedo devastada.
También en las colonias, cientos de casas quedaron destruidas y los servicios suspendidos. Al ver la magnitud el Gobierno federal ha decidido entregarle el control de la situación al Ejército e inmediatamente se ha aplicado el Plan DN-3.
Es de reconocer que los miembros del ejército mexicano son expertos y que en el pasado han entregado buenas cuentas ante los desastres naturales en nuestro país. Ojalá y que los jerarcas del ejército mexicano logren combinar los esfuerzos de miles de mexicanos, que buscan contribuir para ayudar a los paisanos del estado de Guerrero. ¡Bien por el ejército mexicano!
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