El pasado 23 de octubre informaron el acribillamiento de 11 oficiales de la policía municipal de Coyuca de Benítez, Guerrero, al ser emboscados por un grupo armado perteneciente a un cártel de la droga que opera en la zona. En la emboscada también perdió la vida el director de Seguridad municipal, Alfredo Alonso López, y el director de la Policía Preventiva Municipal, Honorio Salinas Garay. Al parecer una caravana de oficiales realizaban un operativo de seguridad por el poblado El Papayo cuando sujetos fuertemente armados los emboscaron y posteriormente los acribillaron. A dos días de lo sucedido los compañeros de los oficiales fallecidos revelaron ciertas cosas que no se sabían.
En los relatos indicaron que sus compañeros no contaban con el armamento adecuado para enfrentar a los sicarios, señalan que las armas que les dan están viejas y en malas condiciones. Ante la artillería de los agresores los oficiales de Coyuca no pudieron hacer nada. Asimismo, relatan que los compañeros fallecidos no contaban con un seguro de vida, la corporación no cubre gastos médicos ni gastos funerarios por lo que las viudas e hijos quedarán desamparados.
Ante la situación el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó sus condolencias a los familiares de las víctimas y confirmó el en vio de 300 elementos de la Guardia Nacional al municipio de Coyuca de Benítez en manera de refuerzo. Sin embargo, los familiares de las víctimas exigen que el gobierno los apoye, pues los oficiales fallecidos eran el sustento de sus familias.
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