A 13 días de la muerte de la familia que fue acribillada y calcinada en el municipio de Zoquitlán, Puebla, pobladores del lugar hicieron una ceremonia en la escuela Cuauhtémoc de Tepexilotla en memoria de los fallecidos. Cabe señalar que Iker Jacinto y Abad Uriel, los niños que murieron junto a sus padres estudiaban en la escuela primaria Cuauhtémoc de Tepexilotla. Los pequeños cursaban el primer y segundo grado cuando fueron víctimas de la delincuencia organizada. El objetivo de la ceremonia es que las autoridades hagan justicia, pues a pesar de que hay dos detenidos que señalan como los presuntos responsables los pobladores indican que el problema es mucho más complejo.
En los relatos de los pobladores revelan que este tipo de casos se han estado presentando con mayor frecuencia. «En realidad, los responsables no son dos personas si no que detrás de toda está violencia en el municipio existe una disputa entre bandas delictivas que pelean el lugar», señalaron. En la disputa entre carteles rivales hay personas inocentes que sufren las consecuencias. Vale recordar que el pasado 6 de octubre sujetos armados ingresaron al domicilio de Uriel Vázquez su esposa Angélica Rivera y los niños Iker Jacinto y Abad Uriel, luego de acribillarlos incendiaron el lugar.
Los cuerpos de los cuatro fueron hallados completamente calcinados. Uno de los relatos más conmovedores que surgieron en torno al caso es el de una maestra que le daba clases a Iker Jacinto, la docente relató que en un día de esos cuando acompañó a su alumno a su domicilio el menor le platicaba sobre sus sueños. «El pequeño Iker Jacinto quería ser maestro», dijo la maestra. «Caminábamos con dirección a su casa cuando me dijo», «Maestra, ya lo pensé muy bien, cuando sea grande voy a ser maestro».
Comentarios