Si algo hemos aprehendido de los terroristas árabes, es que son suicidas y no escuchan más razones que de su propio fanatismo. De hecho, Hamas sabía que el ataque de tropas en territorio israelí era un ataque suicida. La fuerza de respuesta de Israel junto con la de Estados Unidos es insuperable para ellos. Los palestinos también lo sabían y celebraron la incursión de Hamas en territorio israelí; ahora sufren las consecuencias.
A pesar de ello, el papa Francisco, líder espiritual de la iglesia católica, lanza un llamado a los palestinos y a los terroristas de Hamas: «Sigo con gran dolor lo que sucede en Israel y Palestina y pienso sobre todo en los tantos pequeños y ancianos. Renuevo el llamado por la liberación de los rehenes y pido encarecidamente que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y los civiles no sean víctimas del conflicto».
Difícilmente Hamas haría caso a un llamado del líder de la iglesia católica. No lo han hecho antes, no lo van a hacer ahora. Mientras tanto la guerra se intensifica y las atrocidades cometidas por los dos bandos son terribles; los ciudadanos son los que deben sufrir las consecuencias.
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