Muchos salieron a las plazas de Xalapa, subieron a las azoteas de sus casas para contemplar un fenómeno astronómico que tardará varios años en repetirse, un eclipse solar anular. De acuerdo con expertos en un «eclipse solar anular la Luna se encuentra más lejos de la Tierra en su órbita, por lo que su tamaño aparente es menor que el del Sol. Durante este tipo de eclipse, la Luna no cubre completamente el Sol, dejando un anillo brillante de luz solar visible alrededor de su borde». En el año de 1991 se observó, en varios estados de la república mexicana, el último eclipse total de sol. Los que le siguieron hasta la fecha han sido parciales. Ese año muchos nos enteramos que el eclipse podría ser contemplado de manera íntegra en Orizaba y Ciudad Mendoza.
Fue por ello que muchos salimos de viaje para observar lo que sería nuestro primera y quizá única oportunidad de ver un eclipse total de sol. Fue en Ciudad Mendoza donde lo contemplamos. Los que los recordamos podemos decir que fue un fenómeno espectacular. En su apogeo, cuando ya la luna cubría la mayor parte de la circunferencia del sol, la fauna y las sombras se tornaron lujuriosas; un viento extraño sopló y la oscuridad se hizo poco después del mediodía.
Un fenómeno interesante es que en algún momento la silueta del sol se veía como una sombra sobre las hojas de los árboles, repetida en pequeñas lunas medias. Desafortunadamente en Xalapa el clima nublado no permitió observar el eclipse. El próximo será hasta el 8 de abril de 2024, pero se podrá ver en Mazatlán, Durango, Torreón, Piedras Negras y Monclova.
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