Se cierra una de las páginas más oscuras de la política en Veracruz. Corren de la Segob al Bola 8. Ni Reynaldo Escobar fue tan nefasto

Bola 8
Algunos periodistas pensamos que Reynaldo Escobar era el summum de la maldad en Veracruz FOTO: WEB

Algunos periodistas pensamos que Reynaldo Escobar era el summum de la maldad en Veracruz. Reynaldo, un sujeto obeso, oscuro, para muchos ligado a grupos del crimen organizado, además de ser corrupto y falso. Cuando pensamos que no podía haber en la Secretaría de Gobierno un peor sujeto, llegó Eric Cisneros Burgos, un tipo narcisista que donde ponía la mano algo se pudría. ¿Cómo olvidar el caso de Floricel Ríos? La entonces alcaldesa de Jamapa acudió para pedirle ayuda y el secretario de Gobierno, obligado a ayudarla, la maltrató. También maltrató a Sofía Martínez Huerta, a quien, a decir de ella, amenazó cobardemente.

Las dos, Floricel y Sofía Martínez, están muertas. En los últimos meses el tipo se pasaba las órdenes del gobernador por “el arco del triunfo”. Las recomendaciones del mismo presidente no le quitaban el sueño. Empoderado por las cosas que sabe de los principales actores políticos de Veracruz, el Bola 8 se volvió más engreído. Tanto fue su engreimiento que inició una campaña para despreciar a la zacatecana Rocío Nahle, siendo que la señora lo había recomendado para el puesto donde se hizo millonario; baste contabilizar las hectáreas que se apropió en la zona de Coatepec.

Pues este sujeto finalmente reconoció que sale de la Secretaría de Gobierno. En un mensaje de Facebook anota: “Esta noche presenté mi renuncia al gobernador Cuitláhuac García Jiménez al cargo de secretario de Gobierno de Veracruz. En los siguientes días atenderé asuntos que reclaman mi entera atención, por lo que con gran ánimo agradezco la oportunidad que me brindó por desempeñarme en su administración. Seguiré trabajando en la transformación de mi querido estado, este gran Veracruz que como siempre digo, #MeLlenaDeOrgullo”. Mentiroso, al señor lo corrieron desde la noche del jueves, sólo que no se quería ir.

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