Que no se nos olvide que, en Veracruz, al gobernador Cuitláhuac García le impusieron a varios de los miembros de su gabinete. Cómo olvidar el día que iba a presentar a la secretaria de Turismo, la inefable Xóchitl Arbesú. Cuitláhuac ni la conocía, no pudo leer su currículum y sólo se le ocurrió que la señora era muy bailadora. Rocío Nahle puso al folclórico Roberto Ramos Alor, el nuevo “besa machos” veracruzano. Puso a una contralora que a la primera oportunidad corrieron. También puso senadores, como la novia de pederastas, Claudia Balderas, quien se peleó con la policía de la Ciudad de México cuando se llevaban a su hombre, al que le habían descubierto droga.
Le pedimos que no lo olvide, porque al parecer a Rocío Nahle ya se le está olvidando. La aspirante a la gubernatura negó amistad con Éric Cisneros Burgos, el famoso Bola 8. Entrevistada declaró: «Era mi amigo, yo no he tenido comunicación hace meses con él, pero yo no tengo ningún problema personal».
No sólo era su amigo, era su operador en el estado. Rocío Nahle reconoce parte de eso en la entrevista: «Sí, yo lo invité en el 2016 para la campaña de Cuitláhuac; a Eric lo conozco de tiempo atrás y nos ayudó mucho en el trabajo electoral, es una persona que sabe mucho, Cuitláhuac lo invitó a trabajar en la Secretaría de Gobierno; está bien, ahora él se anotó para sus aspiraciones, todos tienen derecho a aspirar». Tal vez la Nahle se enteró de que el Bola 8 fue el que mandó colgar las mantas en los puentes en donde repudiaban a la zacatecana, y la zacatecana es ella.
Comentarios