Es una verdad irrefutable, pero Dos Bocas, que, por cierto, se inauguró desde julio del año pasado, hasta ahora no lleva ningún barril de gasolina producido. Sin embargo, en ese momento el presidente calificó a la obra como un «sueño hecho realidad» y esta mañana dice que Roció Nahle, deja esta refinería produciendo.
Otra mentira, de un presidente que dijo que bajaría el precio de los combustibles, especialmente la gasolina, que se apoyaría a la ciencia y tecnología, que se apoyaría al cine y la literatura, que no cerraría guarderías, y lo peor de todo, que tendríamos una política de salud, muy superior a la de los países nórdicos.
Lo cierto es que, a estas alturas, el espaldarazo que le da el presidente López Obrador a la zacatecana Roció Nahle, no es garantía de triunfo en un estado que ha sido mal gobernado por un ingeniero improvisado en la política y que ha sido secuestrado en varios municipios por el crimen organizado. Por lo pronto, la zacatecana ya comienza a mover sus fichas en territorio comanche.
Comentarios