Morena y su candidata presidencial se sienten dueños de todas las causas sociales del país. Se sintieron dueños del movimiento de los 43 de Ayotzinapa, hasta que los padres de los desaparecidos los repudiaron por ser igual o peores que los fiscales del gobierno de Peña Nieto que les quisieron imponer una “verdad histórica”. El colmo es que ahora quieran monopolizar el histórico movimiento del 2 de octubre de 1968.
En la conmemoración de los 12 años de Morena como partido político, la engreída Claudia Sheinbaum declaró: «El mejor homenaje que podemos hacerle a muchos de los que vimos en ese video- de la creación de Morena- que ya no están con nosotros y a muchos y muchas de los que perdieron la vida buscando justicia, a los jóvenes que perdieron la vida en el 68 y después, el mejor homenaje que podemos hacer ahora es ganar el 2024».
Cuanta arrogancia la de esta señora que cree que un hecho atroz como la matanza de Tlatelolco se sanaría siendo ella presidenta de México. El caso es que Morena le ha quedado mal a los mexicanos, Morena ha entregado el país a los cárteles de la droga. Y ella, la Sheinbaum, quiere ser gobierno para custodiar los intereses de esos grupos de criminales.
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