No se sabe de una gran obra de esta señora, no se le conoce activismo, o buen gobierno. Sólo nos enteramos por una foto que circula en las redes, que la señora siente que AMLO es el señor de sus padrenuestros. Ahora la señora acusa a aquellos que critican su sumisa abyección, ahora los llama clasistas, porque dice que en México es una costumbre besar a las personas que lo merecen.
Mentira, en época antiguas el beso en la mano era para los padres o, en el caso de los católicos, para los curas. Pero la señora goza de sus tres minutos de fama, porque después de esto volverá al olvido. Es más, hasta desafía a los que la critican diciendo que volvería a besar la mano de su “mesías tropical”.