Rocío Nahle tiene mucho en contra. Para empezar su fama de corrupta. En Dos Bocas fue noticia nacional enterarse que, quien negociaba con los contratistas era su marido, un sujeto que, antes de que le cayera la fortuna, se quiso suicidar. En Dos Bocas los contratistas que tuvieron la rebanada más grande del pastel fueron parientes y amigos de Rocío Nahle. Por eso, una obra presupuestada en 8 mil millones de dólares costará a los mexicanos cerca de 20 mil millones de dólares. Además de eso, Rocío Nahle tiene que lidiar con el hecho de que ella no es veracruzana, es nativa de Zacatecas. Y aunque se ponga un vestido de jarocha, su rostro es zacatecano. Eso los electores lo saben y se lo echarán en cara.
Eso sus adversarios lo saben y por supuesto que impugnarán ante el órgano electoral +su origen. Rocío Nahle no es carismática. En la pasada elección a senadora, de no haber sido por Ricardo Ahued, la señora no hubiera ganado, pues, dicen los que la han tratado, de carácter es insoportable. Por cierto, en algunas encuestas Ricardo Ahued está muy cerca de las preferencias de Rocío Nahle entre los posibles aspirantes a la candidatura de Morena. Sin embargo, todo indica que Ricardo Ahued no contenderá.
El que sigue en las preferencias es Sergio Gutiérrez Luna, alfil del coordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum, el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López. Sergio, fogueado en el cuadrilátero de la Cámara de Diputados, podría ser quien le ponga la zancadilla a la Nahle y con una impugnación ante la autoridad electoral, la podría sacar de la contienda.
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