La estrategia de “Abrazos, no balazos” logró que estos 5 años de la Cuarta Transformación, se rompiera el récord de homicidios en México. A la fecha se han registrado más de 160 mil homicidios, tan sólo en los 5 años del gobierno de López Obrador. Como este récord es inocultable, y la solución no se vislumbra por ningún lado, el gobierno de la república, en lugar de cambiar de estrategia, ha decidido echar los muertos debajo de la alfombra. En el Senado de la República se aprobó una reforma al código penal para que se apliquen hasta 18 años de cárcel a quienes difundan fotografías de mujeres asesinadas, de adolescentes y niños.
Un detalle grave del asunto es que quien leyó el dictamen fue una exministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la exsecretaria de Gobernación (florero), Olga Sánchez Cordero. Desde la tribuna la senadora de Morena expuso: «Este producto legislativo busca sancionar a quien difunda, entregue, revele, publique, exponga, distribuya, grabe, fotografíe, reproduzca, comercialice, oferte, intercambie, copie o comparta a quien no tenga derecho, imágenes, audios, videos o cualquier tipo de información o evidencia que esté contenida en una carpeta de investigación o en un proceso penal, que por disposición legal sea reservada o confidencial».
Ellos creen que si los mexicanos no ven los cadáveres, entonces los muertos nunca existieron.
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