«No es mi objetivo llegar a una senaduría o algún cargo (de elección popular), mi objetivo es que esto se resuelva», sentenció Ebrard, cerrando así la puerta a una negociación con la dirigencia nacional del partido.
De modo que, con esta postura, se avecina una división para Morena y de cara a la elección presidencial el voto de castigo de los Ebradoristas, se hará sentir. Así que, si el presidente López Obrador, pensaba que Marcelo Ebrard ficharía con Dante Delgado, sencillamente, esta vez se equivocó. tiene dice el dicho que para que la cuña apriete, esta tiene que ser del mismo palo.