Mientras el estado de Morelos se encuentra a merced del crimen organizado y aparece en la fatal estadística, que lo coloca en primer lugar de feminicidios. El gobernador Cuauhtémoc Blanco está más preocupado por poner un fiscal que llegue a tapar sus transas y cochupos. Resulta que Cuauhtémoc Blanco, envió una terna para nombramiento de nuevo fiscal, no obstante, en esta se pudo apreciar, que hay dos cercanos colaboradores suyos.
Lo que los morelenses dicen en corrillos y cafés, es que la intención del Cuau es que la silla de Uriel Carmona la ocupe José Israel Calderón Reyes, un hombre muy cercano al exfutbolista. Pues mientras el inepto gobernador cuente con el apoyo del presidente y solape su pésima gobernación, tenga por seguro que Morelos seguirá sufriendo de inseguridad e injusticia.
Por cierto, es muy seguro que toda propuesta del fallido gobernador, el congreso local le dará marcha atrás. Eso es lo bueno de la separación de poderes.
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