A Noroña, al paisano Adán Augusto, al tapetero Ricardo Monreal, y al esposo de Anahí, Manuel Velasco, ya se les puede ver mordiendo el plato en la boca en espera de que la “magnánima” Claudia Sheinbaum, les de sus croquetas prometidas. Aunque, para que eso suceda, solo falta un pequeño detalle, la Sheinbaum, tendrá que vencer antes, a Xóchitl Gálvez.
A estos personajes, les gana la ambición por el poder, es mentira que les interese México y los mexicanos, ellos buscan garantizar sus negocios, sus prebendas y seguir disfrutando de la ubre del erario público.
Es mentira que busquen el progreso de los mexicanos, hoy les gana la ambición por el poder, y dejan solo en el ostracismo a Marcelo Ebrard. Con él, ya no hay amistad ni lealtad, hoy solo se visten de colores circenses y esperan a que les truenen los dedos, para seguir interpretando su papel de payasos enanos y legitimen una simulación de proceso democrático.
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