Irineo Domínguez Méndez / Hay un chiste viejo que dice: informa el chango: “Por indicaciones del rey león les hago saber que habrá una gran fiesta”. El cocodrilo, que es el que está más cerca del chango, abriendo sus grandes fauces, casi con ánimo de comérselo, grita: “¡bravo, bravo”; el chango, temeroso, se aleja un poco del cocodrilo y continúa diciendo: “habrá comida y bebidas gratis para todos”. Nuevamente el cocodrilo se acerca al chango y grita: “bravo, bravo”. Temeroso de ser devorado por el cocodrilo, el chango concluye la invitación diciendo: “todos están invitados, menos los hocicones”. El chiste tiene sentido al compararlo con otro que dijo la Xóchitl: “en mi equipo, ni huevones, ni rateros, ni pendejos”. ¡Se chingó solita!”; porque así se va a quedar.
Lo hocicona puede llevar a la candidata de la oposición al aislamiento. Está rodeada de puros rateros o rateros puros; igualmente la circundan huevones que quieren volver a vivir del erario público sin hacer nada, cuando menos “nada bueno” y, por último, nadie puede negar que han sido muy pendejos los dirigentes nacionales de los partidos que la arropan; tan es así, que le asiste la razón al MC al negarse ser parte de este trio partidista.
Nombrar a todos los rateros, huevones y pendejos que la apoyan desde que la impuso X. González resulta ocioso; todos son muy conocidos. Sin embargo, para darles muestras de botones recordemos a los rateros como Fox; Calderón; a la mafia inmobiliaria panista en la ciudad de México; a Peña Nieto y sus secuaces, los segundos hoy impulsan a esta candidata; a los exgobernadores que están siendo procesados o se encuentran huyendo fuera del País, como Cabeza de Vaca; o quienes tienen procesos en curso, un ejemplo el “Alito”, etc. Todos ellos pillos de cuello blanco que dejaron jodido al pueblo como resultado de sus raterías.
Los “principios xochitlianos”: ni rateros, ni huevones ni pendejos coinciden solo en uno en relación al López-obradorismo: no robar; lo cual ha sido una promesa incumplida en casi toda la República por todos los gobernantes de todos los partidos; incluso los independientes. Es una característica de los gobernantes y funcionarios conocidos hasta ahora: ser rateros.
Los huevones abundan también en la jungla habitada por las tribus partidistas. Los funcionarios de “alto nivel” relegan funciones y tareas en sus subordinados; principalmente en sus “cuates, compadres y familiares”. Aparte de huevones quieren cobrar salarios que los enriquezcan; algunos, como Fox, desean recuperar su pensión, olvidándose de su crítica: “a trabajar pinche huevón”. Cierto, todos sabemos que Fox es pendejo.
Pendejos como Fox hay donde quiera; sobresaliendo los dirigentes prianperredistas nacionales; juntos han perdido casi todas elecciones. Además, al perpetuarse en sus cargos, lo hacen rodeados de matraqueros que poco o nada aportan, sino que actúan como levanta-dedos; aprueban las decisiones de los líderes para sobrevivir políticamente bajo su sombra y pendejez.
Definitivamente, los principios xochitlianos son peores a los López-obradoristas. Peores porque resultan una falacia como propuesta. La Xóchitl sabe que, en su campaña, estará subordinada a los personajes que la impusieron. Aceptará junto a Ella todo tipo de político. Al percatarse de su derrota anunciada, seguramente practicará el dicho: “de lo perdido lo que aparezca”; tan es así que no renuncia a su curul en el Senado porque sería “dinero perdido”. Con su desfachatez pone al descubierto que no aceptará se toquen sus ingresos. ¿prevé que la bajen? Ahondando, dudo mucho que “gaste todo el recurso que le den para la precampaña y la campaña”.
Los intereses personales de la Xóchitl tienen buena motivación: cargar sobre su lomo las figuras impresentables que la rodean, como lo son los dirigentes nacionales de los partidos PRI-PAN-PRD, Fox, la calderona Zavala, Creel-cocodrilo, los Moreira y otros de igual calaña bien merecen una buena retribución. Esperemos que al ser derrotada en la contienda oficial del 2024 no resulte beneficiado ninguno de los citados. La están usando para lavar sus caras y no les importa pagar lo que sea para “limpiarla”.
La candidata no puede olvidar la traición de que fue sujeta su principal contrincante en el proceso electivo del FAM. Alejandro Moreno “bajó” a la candidata de su partido porque sabía que ganaría. Como dice la Xóchitl: esperemos que no se apendeje.
Por otro lado, si la Xóchitl pide a Dante su apoyo recibirá otra lección, como la dada por la señora senadora Beatriz Paredes: “sufrirá otra derrota, que se mantendrá oculta”.
Otro sí digo. – Beatriz Paredes ganó el proceso interno de la oposición. La bajaron por “no ser la idónea”.
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