Desde el pasado mes de abril del 2022 la policía de Phoenix, Arizona, detuvo a una mujer y un hombre identificados como Keola Wimbish y Chloe Sergent, por el delito de abuso infantil en contra de un niño de 10 años. El caso generó indignación en la ciudadanía debido a que la madre maltrataba a su propio hijo sin demostrar ninguna compasión. El niño relató que su madre y su padrastro lo golpeaban con brutalidad e incluso contó que lo cortaban con un machete.
Luego de permanecer casi un año en prisión desde que fueron vinculados a proceso, Keola Wimbish y Chloe Sergent, recibieron su sentencia condenatoria. El juez de control dictaminó 20 años en prisión y 10 más en libertad condicional supervisada luego de haberse declarado culpables.
Ante el caso, varias personalidades que encabezan el departamento de Derechos Humanos emitieron mensajes remarcando lo indignante de la situación. Incluso, la Fiscal y abogada Rachel Mitchell escribió un texto en donde dijo: «El abuso que este niño sufrió a manos de las personas que se suponía que debían amarlo y cuidarlo es horripilante».
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