Los informes llegaron a los bunkers del PRI y del PAN. Se preparaba una operación para que, el día de la votación para decidir entre Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes, los morenistas metieran la mano en favor de Beatriz Paredes. Y es que la senadora de Hidalgo le quita el sueño a los de Morena, pues de acuerdo a sus propias encuestas, a 9 meses de la elección, Xóchitl crece y crece; mientras que la Sheinbaum no se mueve ni con grúa. A Morena le convenía más que la candidata del Frente fuera Beatriz Paredes, pues la consideran una candidata más débil comparada con Claudia Sheinbaum.
No por nada el presidente metió su cuchara, tratando de herir el amor propio de la senadora Paredes. En la mañanera hizo mofa de ello: «Imagínense lo vergonzoso que el presidente de un partido te haga a un lado y te diga: ni modo, no salistes». AMLO quería una elección el domingo para operar a favor de Beatriz Paredes. Ante ese riesgo el PRI decidió apoyar a Xóchitl Gálvez, quien queda como la candidata del Frente Amplio.
Así dejan a López Obrador con las ganas de meter las manos en el proceso del Frente; no se conforma con meter las manos en la contienda de su propio partido, tiene que meter las manos en las contiendas de los otros partidos. Ya ven, hasta puso como candidato de Movimiento Ciudadano a Samuel García, y todo con la complacencia de Dante Delgado, su mascota.
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