Edgar Hernández* / Al estadio jalapeño “Heriberto Jara Corona” le caben entre 12, 000 y hasta 60, 000 espectadores que eventualmente estarán echando porras y ¡Vivas! este fin de semana a la corcholata Claudia Sheinbaum -la de la voz tipluda- quien cierra ¿cómo denominarla? campaña, precampaña, proselitismo o farsa.
Al más puro estilo priista, que al fin la mayoría de los morenos lo fueron antes del 2018, el gobierno de Cuitláhuac García ya ordenó a través de su primo hermano Eleazar Guerrero, la movilización de acarreados en 600 autobuses, “lonches” que a la discreta se repartirán y los obligados 200 pesitos por piocha para cada asistente.
La propaganda y pinta de bardas está a todo lo que da para recibir a la esmirriada dama que mueve mas que risa da lástima cada vez que imita a López Obrador.
Ya mismo, calles y avenidas están tapizadas con el singular rostro de la prefererida -la que contenderá contra Xóchitl- y el estadio desde ayer está que hierve de trabajadores del gobierno en preparación de un cierre a la altura de nuestra próxima presidenta de México.
¿Quién pagó el alquiler del estadio? ¿Quién la adecuación de tan digno lugar de la capital, sede de los poderes donde, desde hace cinco años Cuitláhuac viene mostrando simpatía, apoyo y gastando un dinero que no es suyo en su favor?
El del “Heriberto Jara” no será un cierre regional -Chiapas, Tabasco, Veracruz y Puebla- como debió de ser en atención a la disposición financiera que tuvieron las corcholatas para caminar por los 32 estados de la república haciéndole al cuento.
¡No señores!
Será un cierre nacional que, según el boletín oficial, es organizado por mujeres que no se sabe si juntaron sus ahorros, rompieron el cochinito o le pidieron a sus abuelos las mesadas que les da el Peje.
El caso es que, para tan esperado cierre por centavos no habrá para que se luzca esta dama.
¡Al carajo!, como dice López Obrador, la rendición de cuentas.
Si ella sostiene que solo se gastó en su recorrido por el país no más de 300 mil pesos, pues habrá que creerle; que si tan solo en la promoción en imagen -la pautada en Facebook e Instagram- se gastaron en tres meses 8.3 millones, eso no cuenta; que si en espectaculares gastaron entre 25 y 30 millones de pesos ¿A quién le importa?
Aviones privados, transportes de primera, comidas gourmet, gorras, playeras, relojes distribuidos en corto, libros, publicidad en medios, chayotes, hoteles; los equipos de Claudia y comparsas que se mueven en camionetas de lujo; el alquiler de caballos para la escenografía, grupos musicales, bailarinas, el selecto grupo de porristas entrenados desde la ciudad de México para la gritería y consignas que, la seguridad personal… ¡Uff!
Una copia grotesca del viejo PRI.
Por lo pronto, para darle sabor al evento y recibir con todo a Claudia Sheimbaun, este domingo el gobierno se apresta a recibirla a través de nuestras mujeres veracruzanas que le han organizado “Un día de Fiesta Con Claudia” en el que habrá música, arte y alegría, similares a los que se desarrollarán como cierres estatales este miércoles 23 en Nuevo León, jueves 24 en Jalisco; viernes 25 en Sinaloa y el sábado 26 en la CDMX.
Será, sin duda todo un cuento, el mismo que vendrá a contarnos la señora Sheimbaun.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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