El martes 22 de agosto a las 11 de la mañana la policía del suburbio montañoso de Bedford, ubicado a 72 kilómetros al noreste de la ciudad de Nueva York, recibió el reporte de una madre que pedía ayuda luego de que su pequeño hijo de 7 años fuera atacado por un enorme oso negro. La mujer de profesión médica indicó que su hijo estaba jugando en la parte trasera del domicilio cuando el oso apareció y sin ningún motivo lo atacó. A pesar de que las heridas no fueron de gravedad el pequeño fue trasladado a un hospital para ser atendido.
Cuando los agentes llegaron al domicilio de la víctima, el oso se encontraba por la zona por lo que de inmediato fue sedado con tranquilizantes. El animal fue trasladado a un laboratorio en donde lo examinaran para ver si está contagiado con alguna enfermedad que pueda transmitir al menor.
Si bien la policía indica que es muy raro que se presenten situaciones así en el suburbio de Bedford, con este caso ya son dos que ocurren en el 2023. En abril del presente año una joven practicaba jogging en una zona boscosa cuando fue atacada por un oso negro.
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