La lengua es como un pequeño fuego, por eso señala la sentencia bíblica: «¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque!». Peor si no sabe uno domar la lengua y deja uno que esta suelte una sarta de estupideces. Eso es lo que le pasó a los integrantes de Yahritza y Su Esencia, que después de declarar que preferían la comida de Washington, porque la creían superior, después de decir que no les gustaba la Ciudad de México, ahora sale a decir que no es cierto, que ellos se sienten orgullosamente mexicanos: «Lo que nos motiva, todos los días, a escribir canciones y música es el gran orgullo de tener sangre mexicana en nuestras venas. No importa en dónde nacimos, somos orgullosamente mexicanos y apreciamos muchísimo el cariño del público, y en especial de México».
Pinches mocosos falsos. Lo que les duele es que sus padres ya les pudieron sus coscorrones y los obligan a decir que quieren mucho a los mexicanos, porque ellos son “orgullosamente mexicanos”. Y para darle atolito con el dedo a sus fans le anotan: «Ustedes siempre nos demuestran mucho cariño y nos reciben con mucho amor, por eso estamos agradecidos, pero también apenados. Hemos visto los comentarios recientes en las redes y creemos que ustedes, el público, tiene toda la razón».
Por supuesto, al final sus fans, que son igual de imbéciles que ellos, terminarán perdonándolos y les chuparán el dedo con atolito.
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