Ya nadie habla de ello, pero uno de los grandes errores del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fue haber desaparecido el Seguro Popular e intentar suplirlo por el Insabi. Un programa que fue copado e infestado por rateros profesionales, al grado de superar la magnitud de la estafa maestra del gobierno de Peña Nieto. En México, el panorama en cuestión de salud resulta desolador, es recurrente ver escenas de padres, exigiendo medicinas para sus hijos con cáncer y enfermos exigiendo medicinas básicas.
No hay que olvidar que el primer mandatario en sus lubricas ideas, prometió que México tendría un sistema de salud, semejante al de los países nórdicos. Hoy los mexicanos saben que esa promesa, solo fue una puntada presidencial.
Hoy, nuevamente sale con la “jalada” de que el país tendrá un almacén muy grandote, donde habrá todas las medicinas que se producen en el mundo. Esa ocurrencia, no pasará de eso, como la del gas bienestar, que también fue un rotundo fracaso. De modo que la promesa de un banco de medicamentos, ni sus propios correligionarios se lo creen.
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