Irineo Domínguez Méndez / PUFF, Si mi percepción es acertada, Amloco esconde bien el trasfondo de su estrategia. Peter Schröder, en su libro “Estrategias Políticas”, aludiendo a Carl von Clausewitz plantea que “el objetivo de la estrategia no es la victoria, que es lo ostensible, sino la paz, que es lo oculto” y añade el complemento siguiente: “se trata, pues, de identificar lo que se oculta detrás del objetivo de la victoria electoral”.
Tomando en consideración este principio, observo que Amloco pudiera tener un objetivo oculto. Por un lado, con un propósito siniestro y de metamorfosis, encumbra a la Gálvez y la provoca para que ésta chille ante los órganos electorales. No, no es ella quien triunfa con los resolutivos del INE y del Tribunal Electoral Federal, es Amloco; quien, al ser “callado», se convierte de “victimario en víctima”. Con ello, la Gálvez pierde reflectores y “pasa de moda”, desinflándose. Pareciera que el tema político impuesto por el Presidente es el destape de la Gálvez y sus problemas con la corrupción y su relación con la extrema derecha; pero no es así. El trasfondo oculto es lo más importante: ¡desaparecer al PRI y al PRD! Estos partidos han sido ignorados casi totalmente. Son exhibidos como “matraqueros” del PAN; sin ser nombrados, juegan el papel de costales de box, porque ni a sparring llegan.
Los medios de comunicación, tal vez por compasión o por “darle legitimación” al proceso electivo de la oposición, los nombran someramente. Les resulta intrascendente la partición de las “corcholatas” del PRI-PRD. La cargada mediática es en favor de la candidata X. Debiera resultar preocupante la apatía de las direcciones de estos dos partidos en la coyuntura política actual, que indica la gran posibilidad de que pierdan su registro estos partidos o que, de manera definitiva, sean satélites de la extrema derecha, del PAN.
¿Cuál es la jugada maestra de Amloco? De lograr su objetivo oculto, la culminación de este será heredar a México ¡el bipartidismo!; la existencia de dos partidos políticos, únicamente: la izquierda progresista del partido Movimiento Regeneración Nacional y el conservador representado por el PAN. El Presidente, bajo el principio del derecho de participación ciudadana, dirá que es el pueblo quien decide. Un bipartidismo sui géneris donde la creación de partidos pequeños bien pudieran jugar el papel de satélites o el de bisagras, según los necesiten los morenos.
La primera parte de la estrategia ya se cumplió. La Gálvez se quejó ante los entes electorales y Amloco consiguió su primer objetivo: convertirse en víctima de esos órganos comprados que incumplen con el derecho de expresión de ideas consagrado en el Artículo 6º Constitucional. Lo anterior, en virtud del resolutivo que mandató a Amloco no hablar en “la mañanera” de la Gálvez. Es comprobable que los medios de comunicación han dejado de citarla estruendosamente como lo hacían antes de haberle puesto mordaza al Presidente. La señora X debió sentirse como “chinche” al ser ignorada en el aeropuerto y ver que Amloco fue asediado por medios de comunicación que le seguían a su llegada y observar que la gente se arremolinaba alrededor del Presidente. Ambas acciones demuestran que “tuvo miedo” de enfrentarlo, teniendo la oportunidad. Aludiendo a sus manifestaciones: “le faltaron ovarios”.
El segundo objetivo está en proceso: la desaparición del PRI y del PRD. Al inflar a la Gálvez y al PAN el electorado olvida a estos dos partidos. Sus aspirantes quedan expuestos como “legitimadores” de un proceso amañado; buscan fuero o, cuando menos, protección; como se observan las condiciones actuales, se duda alcancen tal fin.
Amloco continuará “inflando y desinflando a los azules” y, con ello, mantendrá cierto nivel de posicionamiento de la señora X. Creel no sabrá que se siente perder una elección popular; pero, por segunda ocasión “llorará” la pérdida de la candidatura presidencial; lo peor para el “Creelcodrilo” es aceptar una derrota propiciada por quien le recordó nunca haber ganado una elección popular: “la señora X”.
Otro sí digo. – Desafortunadamente, el PT corre el mismo riesgo que el PRI y el PRD. El ganón será el MC.
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