Sabe López Obrador que está cometiendo un delito electoral, pero en su desesperación no le queda de otra. El Instituto Nacional Electoral ya le llamó la atención para que deje de hablar de Xóchitl Gálvez en las mañaneras, para que deje de hablar de las elecciones presidenciales. Sin embargo, como sabe que el impuso a varios de los consejeros del INE, López Obrador se pasa todas las sanciones del INE por el arco del triunfo y sigue haciendo promoción de su partido, Morena, en las mañaneras. En la sección que se inventó a la que le puso “No lo digo yo”, López Obrador mostró una encuesta donde ponen a la coalición de la Cuarta Transformación como inalcanzable.
López Obrador dijo que “ningún fenómeno político” podría frenar y derrotar a la Cuarta Transformación. Y todavía, consciente de que está transgrediendo las reglas, declara: «Ojalá y me entiendan los del INE y el Tribunal Electoral, para que no me vayan a sancionar, pero es muy importante que se sepa que no existe ningún fenómeno político que pueda implicar el que se frene, se detenga, sea derrotada la transformación, el movimiento de transformación, no hay nada; al contrario, parafraseando a Juárez diría: el triunfo de la reacción es moralmente imposible».
¿Qué va a hacer el INE? ¿Se va a dejar ridiculizar de esa manera? ¿Serán capaces de decirle a López Obrador «ya cállate chachalaca»?
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