Con dos días de diferencia Gerardo Fernández Noroña y Xóchitl Gálvez estuvieron en Puebla. El primero para reunir a sus seguidores en una de sus “Asambleas Informativas”, la segunda para presentarse como aspirante a la presidencia por el bloque opositor. En una encuesta reciente realizada por De las Heras, todos los aspirantes de la Cuarta Transformación le ganarían a Xóchitl Gálvez, y por mucho, si hoy fueran las elecciones presidenciales en México. En esa encuesta Gerardo Fernández Noroña resultaría ganador con un 58 por ciento de las preferencias, mientras que Xóchitl Gálvez quedaría con un 28 por ciento.
Sin embargo, en Puebla, la realidad echa abajo esa encuesta. Mientras que Xóchitl Gálvez llenó un gran auditorio, un auditorio sin acarreados, Gerardo Fernández Noroña no llenó ni lo que parece un salón de clases. Por cierto, en esa reunión, más que apoyo Fernández Noroña recibió mentadas de madre.
Tan grande fue la rechifla que el “changoleón” legislativo tuvo que gritar: «Ya estuvo suave, ya les di la razón y siguen chingando, bueno, ya es el colmo, esto ya es el absurdo». Mientras tanto, Xóchitl Gálvez entre aplausos decía: «Soy creyente, pero como política no tengo derecho a imponer mi moral sobre la moral de los demás, no tengo derecho de juzgar a ninguna mujer, tengo la obligación de crear libertades», declaración que fue celebrada con muchos aplausos.
Comentarios