Algo falló en el plan de Érika de León Rodríguez, quien se desempeñaba como fiscal de la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, Falsificación y Alteración de Moneda. Esta mujer privó de su libertad a un sujeto con el argumento de que había una orden de aprehensión en su contra. Mientras tuvo secuestrado al sujeto le pidió un millón de pesos para liberarlo.
El sujeto negoció con ella, le dijo que le entregaría 600 mil pesos y que una vez libre él vería como hacerle para entregarle los 400 mil pesos restantes. Érika de León Rodríguez accedió; ahí estuvo el fallo de su plan. Pues el sujeto, en lugar de ir al banco a retirar los 400 mil restantes, se fue a la Fiscalía General de la República para denunciar a la funcionaria. Los testimonios y pruebas fueron presentados ante un juez, por lo que Érika de León fue hallada culpable.
El hecho de que ella hubiera estado como fiscal en funciones fue una agravante más. Fue por ello que el juez la sentenció a 50 años de prisión además de la reparación del daño; tendrá que devolver los 600 mil pesos que le habían entregado.
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