Si hay un funcionario que se ha ganado el repudio de los veracruzanos a pulso, ese es el secretario de gobierno del estado de Veracruz. Un hombre que cree que los veracruzanos se chupan el dedo. Este personaje, ahora sale con el cuento de que es un promotor cultural, ya antes vendió la idea de ser un escritor y que, por eso, hay tantas manifestaciones de agradecimiento, tanto así, que muchos lectores se vieron impelidos a contratar camiones y espectaculares, y lo más sorprendente, lo pagaron con dinero de su propia bolsa.
Lo cierto es que el negro más famoso de Veracruz recibió una descarga fulminante desde palacio federal, cuando el presidente López Obrador, señaló que, si este quiere participar en la contienda electoral para la gubernatura del próximo año, tendría que renunciar a su cargo. Algo que no hizo.
Ahora el autor del best seller La negritud en Veracruz, sale a decir que él no sabe quién puso los espectaculares. Vaya cara dura que resultó el tal Bola ocho.
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