Los hijos de Elí eran muy malos y no respetaban ni obedecían a Dios. Hacían cosas terribles con las ofrendas que la gente llevaba al santuario, eso dice el libro de Samuel. El registro bíblico dice que Elí ya era muy viejo, y que cuando se enteró de todo lo que hacían sus hijos con los israelitas, los llamó y les dijo: «¿Por qué se comportan así? Ya la gente me ha contado todo lo malo que ustedes hacen». La ley exigía que esos hombres merecían la muerte, sin embargo, Elí, como autoridad paterna, solo los reprendió suavemente.
Algo muy similar pasa con el INE de Guadalupe Taddei, este ha reconocido que las giras y eventos en los que participan los aspirantes morenistas, sí son actos proselitistas. Por tal razón, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE determinó que las giras y eventos en los que participan estos aspirantes sí son actos proselitistas. Por tal motivo, determinó que sus eventos sean en las sedes morenistas.
Estas medidas, son como las palmaditas de Elí a sus hijos, no se ha visto la mano dura del INE. Lo verdaderamente preocupante, es que, en la contienda electoral, los partidos se pasen las resoluciones del INE, por el arco del triunfo. ¡Total! si el jefe lo hace, porque no, los empleados.
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