Con gritos de «¡presidenta!», Xalapa y Veracruz abrazan a Xóchitl Gálvez
Libertad Bajo Palabra
El temor del presidente López Obrador contra la senadora panista Xóchitl Gálvez, se refleja por los fuertes ataques desde su púlpito mañanero. Y es que, la abrupta llegada de la hidalguense, ha sido como una luz al final del camino para millones de mexicanos, pero, por otro lado, se ha convertido en un fuerte dolor de cabeza para el presidente. La fuerza de Xóchitl Gálvez quedó registrada en la capital del estado de Veracruz, donde tuvo una cálida bienvenida por los xalapeños, pero donde rompió plaza fue en el puerto de Veracruz, donde volvió a señalar la corrupción de la refinería de Dos Bocas.
En otras palabras, si ella llega a la silla presidencial, tenga por seguro que la zacatecana Rocío Nahle, podría ser inquilina de Pacho Viejo. Por lo pronto, los partidos de oposición, como es el PRI y el PRD, ven en Xóchitl Gálvez su única tabla de salvación.
Lo cierto es que los conocedores de la política señalan que el presidente anda encabronado, porque en caso de que la panista no llegara a ganar, de cualquier forma, ésta le restaría diputados y senadores en las dos cámaras y con eso no tendrían mayoría absoluta para seguir haciendo de las suyas.