Irineo Domínguez Méndez / Desde que marcó su separación con Amloco, Dante ha manifestado sus diferencias con la forma de gobernar del Presidente; conduciéndolo a votar, junto con su bancada en ambas cámaras, en contra de las iniciativas propuestas por aquél. Al hacer públicas sus críticas su derrotero ha sido en dirección contraria que – parece – no tiene regreso hacia una conciliación con la izquierda, que dice representar la alianza “Juntos Haremos Historia”. Por otro lado, tal alianza lo ubica con la oposición; de la cual Dante reniega contundentemente al declarar que “con el PRI ni a la esquina”. Dante simula lo siguiente: coloca a su partido en el limbo y jugar el “papel de bisagra”; cuando en realidad le es aplicable el dicho aquél: “ni con melón ni con sandía”. Ha afirmado que “se la juega solo”. ¿Será?
Las últimas noticias prevén un rompimiento del MC, al menos en Jalisco; lugar donde el gobernador Alfaro se declara fuera de la contienda hacia la presidencia de la República, informando que se retira hasta de la política y soslayando decir que, también, del MC. Su argumento deja mal parado a Dante; pues, las razones expuestas fueron la falta de diálogo y la toma de decisiones unilaterales que no escucharon su voz al decir que su partido se “aísla” y que participando solos “no hay mucho que hacer en la elección” (del 2024).
Por otro lado, el joven gobernador de Nuevo León continúa indeciso en participar o no como aspirante a la presidencia de la República. En su propio Estado está perdiendo el apoyo del electorado motivado por el desgaste a que lo ha sometido el congreso local. En varias ocasiones lo han “bateado” votando en contra de sus propuestas; el último caso fue el intento de sustituir al Fiscal General del Estado; provocando declaraciones patéticas por no lograr su propósito y tener minoría en el poder legislativo, del cual se duele lastimosamente. Solo apoya el dicho de Dante: “con el PRI ni a la esquina”; en virtud de que ese partido lo denuesta en el congreso de su Estado.
Ambos gobernadores perciben que participando solos no ganarán la presidencia de la República y prefieren, como otros gobernadores de la alianza prianista, terminar sus periodos ostentando dicho cargo. Reconocen que participar es quedarse como “el perro de las dos tortas”; toda vez que perdiendo no solo dejan de ser gobernadores sino también quedan fuera del presupuesto; no pueden aspirar a otro cargo de elección, pues, la ley lo prohíbe. Demasiado que perder y nada que ganar. De tontos no tienen nada.
Un escenario probable para salir del embrollo es que Dante se postule para la presidencia; conceda posiciones a los grupos rebeldes y abra espacios para los inconformes de los demás partidos. El MC sí tiene “cama para tanta gente”. Me consta que varios actores políticos en nuestro Estado y otros, como en el Estado de Campeche, tienen intenciones de participar por el MC. Los dirigentes estatales ya trabajan con dichos fines. Así, Dante perdiendo gana. Eso lo veremos en el 2024 cuando se integre el Congreso de la Unión y los congresos locales del País.
Los morenos dejan rodar la pelota sabiendo que, en el último de los casos, los más perjudicados serán los partidos de la alianza “Va por México”. Sin vislumbrarse el camino que seguirán los grupos que renunciaron al PRI, éstos tienen, únicamente, dos opciones: sumarse al MC o la alianza “Juntos Haremos Historia”.
Dante sabe que la alianza “Va por México” no puede ofertarle nada que no pueda obtener participando “aislado”. Él no va a correr ningún riesgo, sabe que unirse en las condiciones actuales a esa alianza provocará una decepción en el voto duro logrado: sería más lo que reste que lo que sume. Los morenos están enterrando, en apariencia, al PRI; el MC, parece, le está echando la tierra a la tumba con sus declaraciones. Dante tiene una buena estrategia para hacer crecer a su partido; sin duda.
En Veracruz el panorama político del MC es el mismo que a nivel nacional. Dante continuará creando ilusiones a la alianza prianista y, con ello, ganará reflectores; se dejará querer. Esa estrategia le está dando excelentes resultados. Cierto, el Estado está muy complicado para repetir la hazaña del 2021 por la inexistencia de elecciones municipales; pero, abriendo las puertas del partido captará lo necesario para salir avante. Sergio Gil Rullán es una nueva cara, al igual que un nuevo cuadro político ya con experiencia. Pudiera dejar pasar a Manuel del Río Virgen como candidato a la gubernatura o quizá para diputado por Papantla, su zona de influencia; más no para senador.
Otro sí digo. – ¿Se han percatado de la supuesta encuesta que está realizando “Gutierritos” en Xalapa? Terminan entregando su foto y se olvidan de la encuesta.
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