En las ferias de pueblo de los años que se fueron, era común ver juegos, puestos de rifles para tiro al blanco y juegos de azar, también había la mujer caimán, que no era otra cosa que una mujer asomando la cabeza junto a un costal, pero algo que llamaba la atención, era un hombre con la cara pintada, que asomaba la cabeza por un agujero. Si este no era tan veloz para volver esconder la cabeza, éste recibía un duro golpe en la cara, ocasionando que el golpeador recibiera un premio, esta situación causaba el regocijo del participante y el enojo del dueño del changarro.
Pues algo muy similar le pasó a Éric Patrocinio Cisneros Burgos, el altanero y soberbio funcionario, nunca se imaginó que, en un descuido, éste recibiría un duro golpe político por parte del propio presidente de la República.
Hoy el locuaz y cantinflesco gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, sale a informar a diversos medios que el secretario de Gobierno no participará en la próxima elección para gobernador del estado y que tendrá que mandar a despintar los miles de bardas que tienen su hermoso rostro negro. Ya lo habíamos señalado antes, el Bola 8 ya tenía su muerte política sentenciada. Por cierto, el Carón y corifeos andan como el jibarito, locos de contentos por la ciudad.
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