Muy echado para adelante el secretario de Gobierno, Éric Cisneros Burgos dijo que él iba a seguir promocionando la “cultura”, que el no iba a renunciar. El presidente López Obrador le había recomendado al afrodescendiente “fake” que si quería ser candidato que renunciara a su cargo. Y es que, para perjuicio de los veracruzanos, el Bola 8 ya tapizó el estado de Veracruz con ese hermoso rostro que heredó de sus afrodescendientes ancestros. Finalmente, el gobernador Cuitláhuac García se armó de valor y le pidió cuentas al Bola 8 por toda esa promoción. Al final se pusieron de acuerdo. Yo no renuncio al cargo, le diría el Bola 8, pero tú dices que la promoción de la negritud me la encargaste tú y que como tú me la pediste, pues ahorita me ordenas que deje de promocionar a la tercera raíz con mi imagen.
En su conferencia de prensa el gobernador declaró: «Hay que saber rectificar, también con respecto a esto mismo, decirles sobre todo respecto a las bardas, espectaculares y otros anuncios, van a pedir a quienes las hicieron omitan su nombre o las borren. El rescata de nuestra cultura afrodescendiente, que le pedí yo que lo hiciera, es nuestra tercera raíz, explica mucho de lo que hacemos, donde vivimos y por qué estamos aquí los jarochos, va a solicitar que no lleve su figura, ni su nombre, si porque es un rescata cultural, que no leve su nombre, ni su figura».
¿Rectificar? Si el gobernador dice que hay que saber rectificar, es porque el Bola 8 andaba en algo chueco. Ahora resulta que el Bola 8 nunca aspiró a ser gobernador de Veracruz.
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