Armando Ortiz / Padres de familia de Las Choapas, al sur del estado de Veracruz y de Xalapa lamentan que la Universidad Popular Autónoma de Veracruz haya negado la apertura de las carreras de Enfermería y Veterinaria en las sedes del Centro Educativo Universitario Siglo XXI. La justificación que anotó el rector de la UPAV, Ome Tochtli Méndez, para no autorizar la apertura de estas carreras es completamente absurda: «Debido a la naturaleza disciplinar, sensibilidad e impacto social que los programas educativos en mención tienen para la Universidad, no se considera viable la incorporación de instituciones particulares específicamente en las licenciaturas de enfermería y medicina veterinaria y zootecnia». No sólo es absurdo ese punto, sino además incongruente. Vale mencionar que la negativa es para las sedes del Centro Educativo Siglo XXI de Las Choapas y Xalapa. En la ciudad de Coatzacoalcos Ome Tochtli Méndez sí autorizó la carrera de Veterinaria a una escuela de Pepe Aynes, dirigente de Movimiento Ciudadano en la zona. Pero no sólo eso, mientras que el Centro Educativo Universitario Siglo XXI tiene las instalaciones adecuadas para impartir clases de Enfermería y Veterinaria, con laboratorios especializados, instrumental y personal docente, tanto en Las Choapas como en Xalapa, Pepe Aynes llama a que se inscriban a cursar la licenciatura que se impartirá en la escuela de bachilleres Luis Echeverría Álvarez. Dice Ome Tochtli que por la “sensibilidad e impacto social” de estas carreras no autoriza al Centro Educativo Universitario Siglo XXI que se impartan estas carreras, sin embargo, permite que en las instalaciones de un bachillerato de Coatzacoalcos se imparta de manera improvisada una licenciatura de “sensibilidad e impacto social”. Todo indica que Ome Tochtli ya hizo negocio con los de Movimiento Ciudadano. En realidad, al rector de la UPAV no le interesa la educación ni la marginación de los alumnos de Las Choapas, lo que le interesa es que la gente de Coatzacoalcos le pase una corta; y de paso el gobernador Cuitláhuac García quede bien con la gente de Dante Delgado Rannauro.
Bola 8 se pasa por el arco del triunfo la recomendación de López Obrador. Ni piensa renunciar ni piensa bajarle a su promoción
El Bola 8 cree que los veracruzanos tenemos una tara; cree que nos tragamos sus cuentos. Cree que en realidad lo consideramos un escritor, cuando sabemos que el señor no escribe los libros que publica con su nombre; para eso tiene a sus “negros”. Ante la recomendación del presidente López Obrador: “Si quiere ser candidato que renuncie a su cargo”, el infame Bola 8 declaró que ni piensa renunciar ni piensa bajarle a la promoción del libro de su supuesta autoría. ¿En qué argumento se refugia? Pues dice que no está en campaña para la gubernatura de Veracruz, que en realidad está promoviendo su libro sobre la negritud en Veracruz: “Al Presidente le preguntaron que había promoción, pero lo que no le dijeron es que había promoción de un libro. Nosotros no estamos en ninguna promoción personal, estamos en la promoción de la cultura, de los 4 libros, ninguno habla, no es autobiografía. No es alabanza a un servidor. Lo que promovemos es la cultura”. Todos sabemos en Veracruz que Eric Cisneros está gastando el dinero de los veracruzanos para que su rostro nos lo sepamos de memoria. Eric Cisneros quiere ser gobernador de Veracruz, pero se conformaría con una senaduría, por eso ha tapizado las bardas de los pueblos y ciudades de Veracruz con su imagen y su nombre; ha mandado poner espectaculares en donde se promociona. Pero ya vimos que a él lo que diga el presidente López Obrador le vale una pura y dos con sal. Sabe que el miedo que le tiene Cuitláhuac García es superior a la obediencia que le tiene el gobernador a López Obrador.
Chilpancingo, una alcaldesa dialoga con los narcos y pierde legitimidad. Transportistas y campesinos toman la capital de Guerrero
¿Qué esperaban? Norma Otilia Hernández, alcaldesa de Chilpancingo, emanada de Morena, se sienta a desayunar con el líder de Los Ardillos, es de esperarse que habría consecuencias. El gobierno estatal, ni el Congreso estatal han pedido que se investigue a la alcaldesa de Morena, porque de lo que se trata es de encubrirse entre ellos. Por eso la alcaldesa hasta se fue el fin de semana de fiesta a Acapulco, porque sabe que las autoridades no le van a pedir explicaciones. Pero el pueblo sí. Al reunirse con los narcos Norma Otilia pierde legitimidad, y la legitimidad es importante para mantener el estado de derecho. Desde la mañana de este lunes 10 de julio transportistas y campesinos, se calcula que unos 5 mil, tomaron las autopistas y entradas a Chilpancingo, Guerrero. Sometieron a los policías estatales, les quitaron un camión tipo “Rinoceronte” a los de la Guardia Nacional y se fueron al centro de Chilpancingo a estrellarlo en contra del portón del Palacio de Gobierno de Guerrero. El pueblo no respeta a sus gobernantes, porque sus gobernantes no los han respetado a ellos. Es el colmo que la autoridad municipal se reúna con uno de los sujetos que más daño a causado a la población, un criminal que ha matado a muchos guerrerenses; a los hijos, padres y hermanas de alguien. Y todavía Norma Otilia le dijo a Celso Ortega, líder de Los Ardillos: “Dime cómo puedo ayudar, ni me interesa cuál, a qué te dedicas”. ¿Ayudarlo a qué? A seguir matando guerrerenses de seguro.
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