Es una pérdida de tiempo, una pérdida de tiempo que se hubiera evitado si hubieran colocado un buen filtro para que no se inscribiera cualquier hijo de vecino. Y es que una vez que se echó a andar el Frente Amplio por México como la plataforma que habría de definir al candidato de oposición a la presidencia de la República, hasta los cadáveres políticos revivieron y se fueron a inscribir. De esos 33, si acaso cinco son verdaderos aspirantes. Hablamos de Xóchitl Gálvez, Santiago Creel, Miguel Ángel Mancera, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes y párele de contar.
Pero de acuerdo con reportes periodísticos al Frente Amplio por México se fue a inscribir un representante de los pueblos indígenas, un integrante de la comunidad LGBT+ y hasta Rafael Acosta Ángeles, mejor conocido como “Juanito”, quienes no tienen la menor posibilidad de llegar a candidatos a la presidencia.
Otros aspirantes como José Ángel Gurría han decidido declinar para crear la plataforma presidencial para quien salga como candidato del FAM; Idelfonso Guajardo, por ejemplo, decidió ser el enlace internacional de esta alianza. Va el Frente Amplio por México que piensa hacer contrapeso a Morena y sus aliados en una elección que, con la llegada de Xóchitl Álvarez, promete ponerse interesante.
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