El presidente López Obrador declaró en el quinto aniversario de su victoria electoral del 2018 que la corrupción había sido erradicada de su gobierno y que en México vivíamos en un ambiente de paz. En una parte de su discurso declaró: «¿Cuál ha sido la clave para lograr todos estos resultados? Contesto de inmediato y en breve, en no permitir la corrupción». Sin embargo, una de las “corcholatas” de López Obrador, al parecer, no cree en esos logros de la Cuarta Transformación.
Ricardo Monreal, aspirante a la presidencia de México por el partido Morena declaró la tarde de este lunes 3 de junio en una reunión con vecinos de la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México: «Desde hace décadas el Estado mexicano ha venido perdiendo el control de su territorio. No ha sido capaz de terminar todavía con este flagelo, con este cáncer que es la inseguridad en el país».
El senador con licencia dijo además que a mayor deuda con la sociedad y la mayor tragedia de México es la corrupción y la inseguridad que campea en gran parte del territorio nacional. Entonces, ¿en qué quedamos? Por un lado el presidente López Obrador pregona que vivimos en el paraíso terrenal y por otro lado Ricardo Monreal nos ubica en el purgatorio, a un paso del infierno.
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