Aunque hay funcionarios que tienen embarradas las manos del hediondo olor de la corrupción y actos de falta de honradez, éstos, como si fueran unas blancas palomas, todavía se atreven a dar consejos o sugerencias, como es el caso de la ministra Yasmín Esquivel acusada de plagiar su tesis de licenciatura, esta señala que urge una reforma estructural del Poder Judicial para hacerlo más cercano a la gente.
De verdad que hay que hay que tener poca vergüenza o muchos cachetes para decir que la sociedad no confía en la justicia. Y como va a querer la sociedad hacerlo, si al parecer no han podido aplicarle justicia a una plagiaria. Ojalá y que no se haya mordido muy fuerte la lengua Yasmín Esquivel después de decir semejantes disparates.
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