En medio de una creciente ola de inseguridad en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se siente optimista, sostuvo que su Gobierno avanza en la erradicación completa de la violencia. Una promesa que, en el último tramo de su gobierno, no se ha cumplido. «No se han creado impuestos nuevos y algo que es muy valioso: hay justicia y tranquilidad social y se avanza hacia la erradicación de la violencia, lo vamos a lograr entre todos, me canso ganso».
Dijo ante miles de simpatizantes que fueron acarreados, como lo mostraban, los cientos de autobuses estacionados cuadras aledañas al centro histórico, donde se celebraba el quinto aniversario de su victoria electoral. Lo cierto es que, a un año y meses de que concluya su mandato, la estrategia de «abrazos no balazos», es considerada un rotundo fracaso.
Prueba de ello es que los grupos delincuenciales han florecido en gobiernos morenistas y han rebasado los esfuerzos del ejército mexicano y la fallida Guardia Nacional. Pero eso sí, el presidente dice que «hay justicia y tranquilidad».
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