El laberinto de Creta fue construido por Dédalo para esconder al Minotauro, según la mitología griega. En la actualidad, el presidente López Obrador, al igual que el rey Minos, intenta esconder la galopante violencia. Y es que, es muy fácil tener esa visión cuando se vive rodeado de guardaespaldas y blindado en un palacio. Por ello, salió a decir esta semana que México es un país «muy bello y seguro». En su laberinto, el Ejecutivo federal trata de ocultar los secuestros en Chiapas, Michoacán Guerrero y Veracruz.
Para el presidente, cobro de piso sólo pasaba en los gobiernos anteriores. La muerte de miembros de la Guardia Nacional y de militares, por parte de miembros de los diferentes cárteles, en el norte del país sólo son exageraciones amarillentas de los medios de comunicación.
Para el presidente y sus más de 20 gobernadores, México en un verdadero mundo de Carmelo, un país donde todo es maravilloso. Esa es su visión y desgraciadamente no la van a cambiar.
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