Constructor Prianperredista vs coordinador(a) de defensa de la 4T

PAN
Alianza PAN-PRI-PRD FOTO: WEB
- en Opinión

Por: Irineo Domínguez Méndez  / Más vale tarde que nunca, dice el dicho y la alianza “Va por México” parece haber despertado al anunciar el método con el cual elegirá a su candidato a la presidencia de la República. Al igual que su contraparte, esta alianza “bautiza” a los hoy tapados con un seudónimo peculiar: “Constructor” del frene amplio opositor. Por ahora están muy “angostos”; es decir, todavía no dan el ancho; por lo que, el frente amplio tendrá que convencer y aglutinar a los inconformes del reparto del pastel del poder.

150,000 firmas tendrán que recabar los aspirantes al cargo de “constructor”. Tarea bastante fácil de realizar, en la que se observa, cuando menos, un propósito: abrir el espacio a mayor número de participantes sin medir su real posicionamiento; dejando a un lado el conocer, verdaderamente, la inconformidad de electores con el actual gobierno. Lo segundo representa un temor a la realidad política actual.

El método definitivo para seleccionar al ganador, también, será la encuesta. Quienes logren el umbral de firmas de apoyo participarán en la ella y, según información que circula, los 3 punteros de la encuesta pasarán a la gran final: a otra encuesta. ¿Les recuerda la elección del dirigente de los morenos? Algo tienen en contra los suspirantes de esta alianza: los partidos que la integran se han vuelto “codos”, dicen no disponer de dinero; por lo que, se vislumbra abstención de operadores políticos.

Marko Cortes fue “bateado” por los aliancistas y salió ganando Xóchitl Gálvez; el número de firmas se redujo en ¡850,000! Por la personalidad de la señora, ésta debe de estar riéndose de su dirigente. Igualmente, Santiago Creel estará muy encabronado por este acuerdo; creía ser el único que pudiera recabar 1 millón de firmas.

Como la caballada está muy flaca en esta alianza, habrá “soñadores” que se inscribirán y de obtener el número de firmas, solicitarán otro tipo de candidaturas: las plurinominales; lo que podrá ser criticado por Xóchitl Gálvez; con el afán de exhibir a Creel, a quien le dijo que nunca ha ganado un cargo de elección por la vía de mayoría relativa.

Entre los aspirantes panistas están: Santiago Creel, Xóchitl Gálvez, Juan Carlos Romero, Damián Zepeda, Lilly Téllez, calificada de “la traidora, que no la trailera”, Jorge Luis Preciado y el propio Marko Cortés. Para hundir más rápido el barco del PRI se apunta Alejandro Moreno, dirigente del partido; el exgobernador oaxaqueño Alejandro Murat, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu y Enrique de la Madrid. Por el PRD, con el ánimo de sobrevivir políticamente y continuar viviendo del erario público se inscribirían Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles.

Los 12 aspirantes de la alianza “Va por México” que menciono podrían recabar, juntos, 1.8 millones de firmas; muy pocas para aspirar a la presidencia de la República; aunque es posible que alguno o algunos recaben más del umbral mencionado. El electorado, columnistas y politólogos criticarán este requisito; pues, resulta más atractiva una alianza que muestra una base de apoyo de varios millones de electores que la de 1.8 millones. La propuesta de Creel parecía más deseable: 1 millón de firmas; al desecharla, solo muestran debilidad y la aceptación del rechazo ciudadano. Mejor era que cada partido propusiera a un aspirante, usando el mismo método electivo.

El meollo del artículo está en las encuestas y los encuestados. Es mi opinión que existe la posibilidad de que cierto número de encuestados pertenezca o tenga simpatía por la alianza contraria. Entonces, apoyarán al coordinador(a) o constructor(a) más débil. Por ejemplo, en tratándose de la alianza “Va por México”, pueden elegir al dirigente del PRI o al del PAN o a cualquiera de los aspirantes del PRD. Igual puede acontecer enfrente: apoyar a Gerardo Fernández Noroña. Sin rehuir a la verdad, ninguno de los aspirantes, hasta hoy conocidos, tiene la posibilidad de vencer a cualquier candidato [corrijo: coordinador(a)] que surja de la alianza “Juntos Haremos Historia”.

Por otro lado, se vislumbra que las alianzas realizarán sus encuestas considerando a todo el electorado; es decir, no solo se enfocarán en sus militantes, sino estarán dirigidas a toda la población en edad de votar. Así las cosas, resta importancia a las concentraciones de personas que puedan lograr los aspirantes en sus recorridos. En otras palabras, las asambleas, plazas llenas en presentaciones y cualquier tipo de concentración de personas alrededor de los aspirantes de ambas alianzas no serán encuestados; de serlo, será en una mínima parte que no reflejará un fiel de la balanza en favor de ninguno.

Otro sí digo. – Dudo que el resultado de los procesos electivos de las alianzas garantice preservar “la unidad”. MC puede atraer a los inconformes.

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