Ya lo ven, de manera prematura, como el “gran solitario de Palacio”. Aquél, de quien en un tiempo respetaban su palabra, el tótem de la honestidad, el pilar de la honradez, el soldado en contra de la corrupción, hoy sólo ha quedado su sombra. Ya no hacen caso de sus dichos, al parecer en Morena ya se dieron cuenta de su fecha de caducidad; López Obrador es carne que en el frigorífico ya apesta. Porque si el liderazgo moral de López Obrador siguiera vigente, todo mundo, en Morena, el partido que fundó, acataría su palabra. Pero no es así. A pesar del llamado a pesar de su llamado a que ya no hubiera ya no dedazo, ni destapes, ni cargadas, gobernadores de Morena, así como secretarios de gabinete, se han pronunciado a favor de Claudia Sheinbaum como candidata a la presidencia de México.
Y para dejar claro que la palabra de López Obrador se ha devaluado, ahora alcaldes de la Ciudad de México se pronuncian a favor de Claudia Sheinbaum. El alcalde de Iztacalco, Armando Quintero; la alcaldesa de Venustiano Carranza, Evelyn Parra; de Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil y la edil de Milpa Alta, Judith Venegas, justo el día del Consejo Nacional de Morena, se han pronunciado a favor de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Claro, pudiera ser que el presidente juegue al dos caras, que podría ser, pidiendo por un lado que no haya cargadas, y por otro lado instando a su pupila Sheinbaum a que le pida a sus incondicionales que se pronuncien.
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