Las acusaciones que hace la jueza Angélica Sánchez sobre su detención (habla de tortura, de que le sembraron droga y la obligaron a disparar un arma) no son relevantes para el gobernador Cuitláhuac García. Tan no lo son que el mismo gobernador ya soltó línea a sus dos empleadas, las chachas que limpian el desastre que va dejando a su paso: «Nada, no voy a decir nada. Que lo diga el juicio. Investigación no habrá, que lo diga el juicio». Así que ya sabe señora fiscal espuria, no habrá investigación a los policías, esa “fuerza especial” que llevó a cabo la detención de Angélica Sánchez; Así que ya lo sabe, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, no habrá investigación.
A pesar de todas las evidencias, a pesar de que la justicia federal respalda las decisiones de la jueza Angélica Sánchez, a ella sí se le seguirá investigando, incluso hasta llevarla a juicio. Dice el gobernador: «Se inician los juicios y ella tiene que presentarse a declarar. Tiene que seguir la investigación a que está sujeta y ahí podrá hacer sus alegatos. No voy a intercambiar alegatos en los medios porque una cosa dice el medio y otra está en los juicios». Pero a su “fuerza especial” de policías, a esos no se les va a investigar.
Bueno, hasta los medios paleros de este gobierno reconocen las arbitrariedades de este gobierno: «En cambio, la detención de la Jueza por la policía preventiva, sin que estuviera en flagrancia, sin orden judicial, tras una orden de captura que no emitió un juez sino otra autoridad, configuran una serie de delitos que, si se abre una carpeta de investigación sobre bases y procedimientos legales, el brazo de la justicia alcanzaría a varios y varias».
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