El presidente López Obrador quiere hacernos creer que una encuesta decidirá quién habrá de contender por Morena en 2024. Quiere vender la idea a los mexicanos que él se mantendrá lejano al proceso de selección de candidato que lo releve en el poder. Lo curioso del caso es que fue él quien decidió quiénes, cómo y cuándo van a participar en el proceso de selección. Lo cierto es que, después de la arrolladora victoria que obtuvo Morena en el Estado de México, con una candidata que no ofrecía mucho, ha alborotado la gallera morenista.
Al menos los cuatro más visibles, Adán Augusto, Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard se sienten con los derechos suficientes para venir a llenar la silla que dejara vacía López obrador.
«Hablamos en general de mantenernos unidos, yo he hecho el compromiso de que no voy a participar inclinando la balanza en favor de nadie en lo que tendrá que venir. Nada de tapados, nada de dedazo, nada de destapes, nada de imposición», dijo en su conferencia matutina de este martes desde Palacio Nacional. La pregunta que merece respuesta sería, ¿Le creemos?
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